"La labor de la enfermera escolar no tiene más que partes positivas"

Con motivo del inicio del curso escolar, el Colegio Oficial de Enfermería de Ourense se suma un año más a la reivindicación de la figura de la enfermera escolar en todos los centros educativos, especialmente importante en la actual situación de pandemia. Desde esta organización colegial hemos hablado con diferentes profesionales y representantes de los colectivos que conforman el ámbito educativo para conocer su visión acerca de la Enfermería Escolar

Ourense, 9 de septiembre de 2021.- Este jueves los casi 190.000 alumnos de Infantil, Primaria y Educación Especial de Galicia (18.000 en Ourense) inician el tercer curso escolar marcado por la pandemia de la Covid-19. Los más pequeños han sido desde el principio el mejor ejemplo de respeto y seguimiento de los protocolos y medidas sanitarias que se han ido marcando. Gracias a su esfuerzo y al de todo el entorno educativo, los casos de contagios en colegios representaron apenas el 1,15% del total de brotes registrados en el conjunto del país entre septiembre de 2020 y junio de 2021. Sin embargo, esta cifra no oculta la marcada ausencia de una figura fundamental que se ha notado más que nunca en la lucha contra la Covid-19 en el entorno escolar, la de la enfermera, que podría llegar a ser más necesaria, si cabe, cuando las autoridades sanitarias den luz verde a la vacunación de los menores de 12 años. Su participación agilizaría el proceso -se estima que una enfermera puede vacunar en un día a entre 80 y 100 niños y niñas- al trasladar el centro de vacunación a los colegios, reduciendo así la movilidad. 

Por lo de ahora, los centros educativos gallegos deben ceñirse al Protocolo de adaptación ao contexto da Covid-19 nos centros de ensino non universitario de la Xunta de Galicia , que recoge, entre otras medidas, la obligatoriedad de la mascarilla desde los 6 años, 1,2 metros de distancia como mínimo entre pupitres y grupos burbuja para Primaria e Infantil. Cada colegio debe tener un equipo Covid-19 y, en la inmensa mayoría del ámbito educativo, lo liderará un docente. 

No obstante, la función de coordinación la asumen las enfermeras en aquellos centros en los que existe su figura. “El año pasado cuando llegué al colegio la directora me dijo: Solo de pensar que tenía que ser yo la coordinadora Covid, no dormía”, recuerda Paz Gatell, enfermera en el colegio San Pío X de Majadahonda, donde cuida a 480 niños. Ángeles Sánchez también es enfermera en el colegio Santa María del Mar de A Coruña, además de la presidenta de ACEESE Galicia (Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar). Sánchez relata que gracias a la labor de estas profesionales la gestión y control de la Covid-19 en los colegios en los que trabajan ha sido más ágil: “Identificamos los casos confirmados y los sospechosos y los aislamos. Tenemos una sala Covid y test de antígenos y serológicos. Es decir, tenemos todo un protocolo en marcha, con lo cual ha sido muy fácil”. También María José Menor, enfermera, educadora en diabetes y vicepresidenta del COE de Ourense, defiende a la enfermera escolar como agente básico en la lucha contra este virus en el ámbito educativo: “Qué mejor que la presencia de una enfermera para hacerle frente, ya que llevamos batallando con él más de un año”. 

En Galicia solo encontramos 29 enfermeras escolares en los 944 colegios de Educación Infantil, Primaria, ESO y Especial que existen en nuestra comunidad, según datos de la Consellería de Cultura, Educación e Universidade. Todas estas enfermeras están vinculadas al ámbito privado, concertado y a aquellos colegios en los que están escolarizados niños y niñas con necesidades educativas especiales. El colegio en el que trabaja Gatell se ofertan 25 plazas de Educación Especial y explica que son estos menores “los que justifican la plaza de enfermera en el colegio, que está asignada al centro educativo para el cuidado de estos menores. Pero con el devenir del tiempo la sanitaria ha acabado siendo la enfermera de todo el centro, y ya te ocupas también de los asmáticos, alérgicos, diabéticos, de las urgencias que ocurren…”.

Gatell, que además de enfermera escolar es la docente que impartirá el curso Experto Universitario en Enfermería Escolar en el COE de Ourense que empezará el 20 de septiembre, relata su propia experiencia: “Nuestra presencia es fundamental incluso para los niños y niñas que no tienen ningún tipo de enfermedad y son menores saludables, que en realidad son los que más atiendes, porque se caen continuamente en el patio o tienen diferentes trastornos como una gastroenteritis”.

“Con una enfermera al lado de nuestros hijos e hijas, nos quedamos más tranquilos”

La escolarización de menores con enfermedades crónicas -como diabetes, epilepsia, asma o alergias con anafilaxia- es otra de las justificaciones históricas a la hora de exigir la regularización de la enfermera escolar. Estas profesionales son imprescindibles “especialmente cuando el menor debuta en la enfermedad. Si sabe que hay una enfermera que domina esta situación y que le puede ayudar o resolver cualquier duda, le da una seguridad a ese niño. Además, requiere una vigilancia especial, por ejemplo, en el comedor, porque puede comer de todo, pero hay que regularle la ingesta de hidratos de carbono o controlar que no coma golosinas”, explica María José Menor.

La presencia de la enfermera en el colegio da al menor la certeza de que, en caso de necesitar un cuidado específico, cuenta con una profesional que lo asista, una tranquilidad que comparten padres y madres. “Sabiendo que hay una enfermera al lado de nuestros hijos e hijas durante el horario escolar, evidentemente se queda uno más tranquilo”, dice José Antonio Álvarez Caride, presidente de la Federación de ANPAs Públicas de Ourense.

 La enfermera escolar, figura clave en la conciliación familiar

Álvarez, también vicepresidente de CONFAPA (Confederación Galega de Anpas Públicas) y vocal autonómico de CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado) incide en otro aspecto no menos importante como es la conciliación familiar y laboral: “Esta figura sanitaria ayudaría muchísimo en ese sentido. Que un padre o una madre tenga que interrumpir su jornada laboral por una pequeña fiebre o un vómito, cuando a lo mejor no trabaja en la misma localidad o, simplemente, no puedan abandonar su puesto de trabajo… No puede ser”.  

Gatell coincide con este argumento: “Ayudamos muchísimo a la conciliación laboral y familiar. A veces viene una madre y me dice ‘Paz, el niño se ha levantado un poco regular, le hemos dado una dosis de Dalsy’. Y a ese niño ya le hago un seguimiento durante toda la jornada escolar: si sigue con ese malestar, analizas si necesita otra dosis y, si puede, sigue escolarizado. Y claro, no tienes que llamar a sus padres y decirles que vengan a recogerlo. Además, con nuestro trabajo ayudamos a reducir el absentismo escolar”. Para Ángeles Vázquez, el protocolo de actuación es el mismo: “Nosotras estamos en contacto permanente con las familias y eso les da seguridad. ¿Que al niño le duele la barriga? Pues llamas y les expones la situación, si es importante o no, si tienen que venir a buscarlo o nos encargamos en Enfermería”.

La educación para la salud, “el pilar de la Enfermería Escolar”

 La enfermera desarrolla una labor asistencial fundamental, pero no una menos importante función educativa sobre todos los agentes implicados en el ámbito escolar. “En nuestro ámbito competencial está la educación sanitaria como herramienta clave de la promoción de la salud. Es importante fomentar que los niños y niñas adquieran hábitos de vida saludables desde una edad temprana”, explica la educadora en diabetes, y añade que cuando hablamos de menores con síndromes o enfermedades crónicas “hay que capacitar no solo al propio niño o niña, sino a su entorno, en este caso el entorno escolar, para poder ayudar al menor en una situación de crisis o de especial necesidad”. 

Distintas organizaciones llevan años luchando porque la figura de la enfermera escolar sea una realidad. En Galicia existe un grupo de trabajo de Enfermería Escolar formado por representantes de las organizaciones colegiales de enfermería de A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra, facultades de Enfermería, ANPE Galicia, AMECE Galicia (Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar), AGAeP (Asociación Galega de Enfermaría Pediátrica), ACEESE Galicia, FEGADI (Federación Gallega de Asociaciones de Diabéticos) y UGADE (Unión Galega de Epilepsia), que no cesan en su empeño por conseguir que la enfermera escolar sea una amplia realidad en nuestra comunidad autónoma. También la Federación de ANPAs Públicas de Ourense batalla en esta línea: “Nos dimos cuenta que el profesorado no está ni obligado ni se le puede exigir estar preparado para hacer frente a determinadas situaciones”, explica el presidente de esta organización.

Si bien es cierto que los equipos Covid-19 de cada centro educativo se han encargado de ofrecer formación sobre los protocolos a seguir, hay infinidad de situaciones y lesiones que pueden sufrir los menores y para los que no existe una formación reglada al respecto. “El profesor o profesora no solo no está preparado para el manejo de determinadas circunstancias, sino que pueden ser situaciones de una gravedad tal que puede bloquearse, porque carece de las herramientas necesarias para poder actuar”, analiza Menor. 

Una de las reivindicaciones de ACEESE es la implementación de una asignatura de promoción y educación para la salud porque “es el pilar de la enfermería escolar”, opina la presidenta de la asociación en Galicia. La vicepresidenta del COE de Ourense, que además es profesora en la Escuela de Enfermería de la ciudad, concuerda con ella: “La labor de la enfermera no tiene más que partes positivas, se debería implantar dentro de la actividad docente y hacer talleres participativos con los niños y niñas, los docentes y también con los padres y madres, además de ayudar a visibilizar determinados problemas, situaciones o enfermedades”.

 En esta línea ya trabaja Gatell en el San Pío X de Majadahonda: “Cuando preparo la programación general anual incluyo, por ejemplo, charlas sobre nutrición y alimentación o reanimación cardiopulmonar”. También la labor educativa en salud está presente en el Santa María del Mar: “Damos formación todos los años, al personal docente y no docente, de primeros auxilios, RCP, patologías crónicas. Son cosas que tienen que saber, pero otra cosa es el día a día, con descompensaciones de diabéticos, fracturas, golpes, que ya exigen otros conocimientos que las enfermeras sí tenemos”, explica la sanitaria de este centro.

Otra de las razones en las que se sustenta la demanda de la enfermera escolar es en la necesidad de que acompañe al alumnado, especialmente a los más pequeños, en el comedor escolar cuando, según datos de la Consellería de Cultura, Educación e Universidade, casi una tercera parte de los centros públicos de Galicia cuentan con este servicio. 

Sin la figura de la enfermera escolar, el equipo docente y el personal de comedor deben asumir todas las tareas de cuidado, prevención y asistencia al menor: “Me consta que hay docentes a los que el control de estas situaciones les supone un estrés añadido”, añade Menor. En el comedor y en el recreo cuando los niños y niñas toman la merienda, la situación se repite. El vicepresidente de CONFAPA explica que todos los monitores que supervisan desde las distintas organizaciones en las que trabaja reciben una formación previa en primeros auxilios, “pero eso no te da lo que te da una profesión, eso es salir de un apuro, si no te bloqueas, claro”.

Pero hay más implicaciones. “Puede haber una colaboración estrecha y directa entre la enfermera escolar y los responsables de cocina o del cátering a la hora de controlar a los niños y niñas, pero también para mejorar su plan de alimentación”, considera Menor. Gatell, en cuyo colegio hay niños y niñas de hasta 36 nacionalidades diferentes, explica cómo su actuación ayuda a integrarse a esos menores que de un día para otro se encuentran viviendo en un país con una cultura y, en muchos casos, un idioma y gastronomía diferente: “Hace un tiempo llegó una niña brasileña que lloraba nada más entrar en el comedor, no había forma de calmarla. Al final, hablando con ella, resultó que el único problema que tenía era que se encontró una comida que no había visto en su vida y no le gustaba. Hicimos un plan de adaptación con la madre y solucionado”.

“El gran problema es que somos un coste económico”

Álvarez siente que “toda la comunidad educativa apoya esta reivindicación al 100%, porque es una tranquilidad para todos. El único 'no' es de la Administración”. La enfermera Gatell también lo tiene claro: “Los profesores, los padres y madres, los niños… Los niños te quieren muchísimo. A veces vienen y me dicen: ‘Gracias por cuidarnos, Paz’. El gran problema es que somos un coste económico y la Administración no quiere gastar más dinero, pero es una evidencia que con nuestro trabajo se reducen costes a largo plazo porque el absentismo laboral disminuye, se favorece la conciliación laboral y familiar y el profesor que tiene que abandonar el aula con un alumno que se encuentra mal no tiene que buscar a otro docente que lo sustituya”.

Según María José Menor, la mayor parte de las situaciones que se dan en el colegio podrían ser resueltas si se cuenta con una enfermera, por eso se debe poner el foco en el coste/beneficio: “Evidentemente hay un coste en contratar a este personal sanitario, pero el beneficio, el ahorro en costes directos e indirectos a largo plazo es evidente, porque si un padre tiene que dejar su puesto de trabajo para cuidar a su hijo, está suponiendo un coste a la empresa privada, a la pública…”.

Ante la pregunta de si son optimistas con respecto a la implementación de la enfermera escolar en los centros educativos de Galicia a corto plazo, los entrevistados coinciden en su optimismo. Menor confiesa que espera que “las autoridades sanitarias sean lo suficientemente sensibles a este tema y escuchen a las asociaciones, a los padres y al profesorado, y también a los profesionales sanitarios. Todos pedimos esta figura”

Desde el Colegio Oficial de Enfermería de Ourense queremos sumarnos a la reivindicación de la regularización de la enfermera escolar como agente básico para que los niños y niñas reciban los cuidados que necesitan en el ámbito educativo. La presencia de estas profesionales es fundamental en el día a día para todos los miembros del ámbito escolar y es una figura que cobra mayor importancia para la gestión de la Covid-19 en todos los centros educativos independientemente de su tipología, tanto a nivel asistencial como educativo. La organización ourensana trabaja en esta línea formando parte del grupo de trabajo de Enfermería Escolar de Galicia y poniendo a disposición de las colegiadas un curso de Experto Universitario de Enfermería Escolar, entre otras acciones.

Galego

Ourense, 9 de setembro de 2021.- Con motivo do inicio do curso escolar, o Colexio Oficial de Enfermaría de Ourense súmase un ano máis á reivindicación da figura da enfermeira escolar en todos os centros educativos, en especial na actual situación de pandemia. Desde esta organización colexial falamos con diferentes profesionais e representantes dos colectivos que conforman o ámbito educativo para coñecer a súa visión acerca da Enfermaría Escolar

Este xoves os case 190.000 alumnos de Infantil, Primaria e Educación Especial de Galicia (18.000 en Ourense) comezan o terceiro curso escolar marcado pola pandemia da Covid-19. Os máis pequenos foron, desde o principio o mellor exemplo de respecto e seguimento dos protocolos e medidas sanitarias que se foron marcando. Grazas ao seu esforzo e ao de todo os membros do ámbito educativo, os casos de contaxios en colexios representaron apenas o 1,15% do total de gromos rexistrados no conxunto do país entre setembro de 2020 e xuño de 2021. Con todo, esta cifra non oculta a falta dunha figura fundamental que se fixo notar máis que nunca na loita contra a Covid-19 na contorna escolar, a da enfermeira, que podería chegar a ser máis necesaria aínda cando as autoridades sanitarias den luz verde á vacinación dos menores de 12 anos. A súa participación axilizaría o proceso -estímase que unha enfermeira pode vacinar nun só día a entre 80 e 100 rapaces e rapazas- ao trasladar o centro de vacinación aos colexios, reducindo así a mobilidade.

Polo de agora, os centros educativos galegos deben adaptarse ao Protocolo de adaptación ao contexto da Covid-19 nos centros de ensino non universitario da Xunta de Galicia, que recolle, entre outras medidas, a obligatoriedade da máscara desde os 6 anos, 1,2 metros de distanciamento como mínimo entre pupitres e grupos burbulla para Primaria e Infantil. Cada colexio debe ter un equipo Covid-19 e, na gran maioría do ámbito educativo, liderarao un docente.

Así e todo, a función de coordinación asúmena as enfermeiras naqueles centros nos que a súa figura si existe. “El año pasado cuando llegué al colegio la directora me dijo: Solo de pensar que tenía que ser yo la coordinadora Covid, no dormía”, recorda Paz Gatell, enfermeira no colexio San Pío X de Majadahonda, onde coida a 480 alumnos. Ángeles Sánchez tamén é enfermeira no colexio Santa María del Mar de A Coruña, ademais de presidenta de ACEESE Galicia (Asociación Científica Española de Enfermaría y Salud Escolar). Sánchez relata que grazas á labor destas profesionais a xestión e control da Covid-9 nos colexios nos que traballan foi más presta: “Identificamos los casos confirmados y los sospechosos y los aislamos. Tenemos una sala Covid y test de antígenos y serológicos. Es decir, tenemos todo un protocolo en marcha, con lo cual ha sido muy fácil”. Tamén María José Menor, enfermeira, educadora en diabetes e vicepresidenta do COE de Ourense, defende a enfermeira escolar como axente básico na loita contra este virus no ámbito educativo: “Qué mejor que la presencia de una enfermera para hacerle frente, ya que llevamos batallando con él más de un año”. 

En Galicia non atopamos máis que 29 enfermeiras escolares nos 944 colexios de Educación Infantil, Primaria, ESO e Especial que hai na comunidade, segundo datos da Consellería de Cultura, Educación e Universidade. Todas estas enfermeiras están vencelladas ao ámbito privado, concertado e a aqueles centros nos que están escolarizados nenos e nenas con necesidades educativas especiais. No colexio no que traballa Gatell ofértanse 25 prazas de Educación Especial e explica que son estes menores ““los que justifican la plaza de enfermera en el colegio, que está asignada al centro educativo para el cuidado de estos menores. Pero con el devenir del tiempo la sanitaria ha acabado siendo la enfermera de todo el centro, y ya te ocupas también de los asmáticos, alérgicos, diabéticos, de las urgencias que ocurren…”.

Gatell, que ademais de enfermeira é a docente que impartirá o curso Experto Universitario en Enfermaría Escolar no COE de Ourense que comeza o 20 de setembro, conta a súa propia experiencia: “Nuestra presencia es fundamental incluso para los niños y niñas que no tienen ningún tipo de enfermedad y son menores saludables, que en realidad son los que más atiendes, porque se caen continuamente en el patio o tienen diferentes trastornos como una gastroenteritis”.

“Con una enfermera al lado de nuestros hijos e hijas, nos quedamos más tranquilos”

A escolarización de menores con enfermidades crónicas -como diabetes, epilepsia, asma ou alerxias con anafilaxia- é outra das xustificación históricas á hora de esixir a regularización da enfermeira escolar. Estas profesionais son imprescindibles “especialmente cuando el menor debuta en la enfermedad. Si sabe que hay una enfermera que domina esta situación y que le puede ayudar o resolver cualquier duda, le da una seguridad a ese niño. Además, requiere una vigilancia especial, por ejemplo, en el comedor, porque puede comer de todo, pero hay que regularle la ingesta de hidratos de carbono o controlar que no coma golosinas”, explica María José Menor.

A presencia da enfermeira no colexio da ao menor o convencemento de que, no caso de precisar un coidado específico, conta cunha profesional que o asista, unha tranquilidade que comparten pais e nais. “Sabiendo que hay una enfermera al lado de nuestros hijos e hijas durante el horario escolar, evidentemente se queda uno más tranquilo”, di José Antonio Álvarez Caride, presidente da Federación de ANPAs Públicas de Ourense.

A enfermeira escolar, figura clave na conciliación familiar

Álvarez, tamén vicepresidente de CONFAPA (Confederación Galega de Anpas Públicas) e vocal autonómico de CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado) fala doutro aspecto non menos importante como é a conciliación familiar e laboral: “Esta figura sanitaria ayudaría muchísimo en ese sentido. Que un padre o una madre tenga que interrumpir su jornada laboral por una pequeña fiebre o un vómito, cuando a lo mejor no trabaja en la misma localidad o, simplemente, no puedan abandonar su puesto de trabajo… No puede ser”.

Gatell coincide con este argumento: “Ayudamos muchísimo a la conciliación laboral y familiar. A veces viene una madre y me dice ‘Paz, el niño se ha levantado un poco regular, le hemos dado una dosis de Dalsy’. Y a ese niño ya le hago un seguimiento durante toda la jornada escolar: si sigue con ese malestar, analizas si necesita otra dosis y, si puede, sigue escolarizado. Y claro, no tienes que llamar a sus padres y decirles que vengan a recogerlo. Además, con nuestro trabajo ayudamos a reducir el absentismo escolar”. Para Ángeles Vázquez, o protocolo de actuación é o mesmo: “Nosotras estamos en contacto permanente con las familias y eso les da seguridad. ¿Que al niño le duele la barriga? Pues llamas y les expones la situación, si es importante o no, si tienen que venir a buscarlo o nos encargamos en Enfermería”.

Educación para a saúde, “o pilar da Enfermaría Escolar”

A enfermeira desenvolve unha labor asistencial fundamental, pero non unha menos importante función educativa sobre todos os axentes implicados no ámbito escolar. “En nuestro ámbito competencial está la educación sanitaria como herramienta clave de la promoción de la salud. Es importante fomentar que los niños y niñas adquieran hábitos de vida saludables desde una edad temprana”, explica a educadora en diabetes, e engade que cando falamos de menores con síndromes ou enfermidades crónicas “hay que capacitar no solo al propio niño o niña, sino a su entorno, en este caso el entorno escolar, para poder ayudar al menor en una situación de crisis o de especial necesidad”.

Distintas organización levan anos loitando porque a figura da enfermeira escolar sexa unha realidade. En Galicia existe un grupo de traballo de Enfermaría Escolar formado por representantes das organizacións colexiais de enfermaría de A Coruña, Lugo, Ourense e Pontevedra, facultades de Enfermaría, ANPE Galicia, AMECE Galicia (Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar), AGAeP (Asociación Galega de Enfermaría Pediátrica), ACEESE Galicia, FEGADI (Federación Gallega de Asociaciones de Diabéticos) y UGADE (Unión Galega de Epilepsia), que non cesan no seu empeño por conseguir que a enfermeira escolar sexa unha ampla realidade na nosa comunidade autónoma. Tamén a Federación de ANPAs Públicas de Ourense loita nesta liña: “Nos dimos cuenta que el profesorado no está ni obligado ni se le puede exigir estar preparado para hacer frente a determinadas situaciones”, explica o presidente desta organización.

Se ben é certo que os equipos Covid-19 de cada centro educativo se encargaron de ofrecer formación sobre os protocolos a seguir, hai infinidade de situacións e lesións que poden sufrir os menores e para os que non existe unha formación reglada ao respecto: “El profesor o profesora no solo no está preparado para el manejo de determinadas circunstancias, sino que pueden ser situaciones de una gravedad tal que puede bloquearse, porque carece de las herramientas necesarias para poder actuar”, analiza Menor.

Unha das reivindicacións de ACEESE é a implementación dunha materia de promoción e educación para a saúde porque “es el pilar de la enfermería escolar”, opina a presidenta da asociación en Galicia. A vicepresidenta do COE de Ourense, que ademais é profesora na Escola de Enfermaría da cidade, concorda con ela: “La labor de la enfermera no tiene más que partes positivas, se debería implantar dentro de la actividad docente y hacer talleres participativos con los niños y niñas, los docentes y también con los padres y madres, además de ayudar a visibilizar determinados problemas, situaciones o enfermedades”.

Nesta liña xa traballa Gatell no San Pío de Majadahonda: “Cuando preparo la programación general anual incluyo, por ejemplo, charlas sobre nutrición y alimentación o reanimación cardiopulmonar”. Tamén a labor educativa en saúde está presente no Santa María del Mar: “Damos formación todos los años, al personal docente y no docente, de primeros auxilios, RCP, patologías crónicas. Son cosas que tienen que saber, pero otra cosa es el día a día, con descompensaciones de diabéticos, fracturas, golpes, que ya exigen otros conocimientos que las enfermeras sí tenemos”, explica a sanitaria deste centro.

Outro das razóns nas que se sustenta a demanda da enfermeira escolar é na necesidade de que acompañe ao alumnado, en especial aos máis pequenos, no comedor escolar cando, segundo datos da Consellería de Cultura, Educación e Universidade, case unha terceira parte dos centros públicos de Galicia contan con este servizo.

Sen a figura da enfermeira escolar, o equipo docente e o persoal de comedor asumen todas as tarefas de coidado, prevención e asistencia ao menor: “Me consta que hay docentes a los que el control de estas situaciones les supone un estrés añadido”, engade Menor. No comedor e no recreo cando os nenos e nenas merendan, a situación repítese. O vicepresidente de CONFAPA explica que todos os monitores que supervisan desde as distintas organizacións nas que traballa reciben unha formación previa en primeiros auxilios, “pero eso no te da lo que te da una profesión, eso es salir de un apuro, si no te bloqueas, claro”.

Pero hai más implicación. “Puede haber una colaboración estrecha y directa entre la enfermera escolar y los responsables de cocina o del cátering a la hora de controlar a los niños y niñas, pero también para mejorar su plan de alimentación”, considera Menor. No colexio no que traballa Gatell, onde estudan nenos e nenas de ata 36 nacionalidades distintas, explica como a a súa actuación axuda á integración deses menores que dun día para outro se atopan vivindo nun país cunha cultura e, en moitos casos, un idioma e gastronomía diferentes: “Hace un tiempo llegó una niña brasileña que lloraba nada más entrar en el comedor, no había forma de calmarla. Al final, hablando con ella, resultó que el único problema que tenía era que se encontró una comida que no había visto en su vida y no le gustaba. Hicimos un plan de adaptación con la madre y solucionado”.

“El gran problema es que somos un coste económico”

Álvarez sinte que “toda la comunidad educativa apoya esta reivindicación al 100%, porque es una tranquilidad para todos. El único 'no' es de la Administración”. A enfermeira Gatell tamén o ten claro: “Los profesores, los padres y madres, los niños… Los niños te quieren muchísimo. A veces vienen y me dicen: ‘Gracias por cuidarnos, Paz’. El gran problema es que somos un coste económico y la Administración no quiere gastar más dinero, pero es una evidencia que con nuestro trabajo se reducen costes a largo plazo porque el absentismo laboral disminuye, se favorece la conciliación laboral y familiar y el profesor que tiene que abandonar el aula con un alumno que se encuentra mal no tiene que buscar a otro docente que lo sustituya”.

Segundo María José Menor, a maior parte das situacións que se dan no colexio poderían resolvese si se conta cunha enfermeira, por iso se debe poñer o foco no custe/beneficio: “Evidentemente hay un coste en contratar a este personal sanitario, pero el beneficio, el ahorro en costes directos e indirectos a largo plazo es evidente, porque si un padre tiene que dejar su puesto de trabajo para cuidar a su hijo, está suponiendo un coste a la empresa privada, a la pública…”.

Ante a pregunta de si son optimistas con respecto á implementación da enfermeira escolar nos centros educativos de Galicia a curto prazo, os entrevistados coinciden no seu optimismo. Menor confesa que espera que “las autoridades sanitarias sean lo suficientemente sensibles a este tema y escuchen a las asociaciones, a los padres y al profesorado, y también a los profesionales sanitarios. Todos pedimos esta figura”

Desde el Colegio Oficial de Enfermería de Ourense sumámonos á reivindicación da regularización da enfermeira escolar como axente básico para que os nenos e nenas reciban os coidados que necesitan no ámbito educativo. A presencia destas profesionais é fundamental no día a día para todos os membros do ámbito escolar e é unha figura que cobra maior importancia para a xestión da Covid-19 en todos os centros educativos con independencia da súa tipología, tanto a nivel asistencial como educativo. A organización ourensana traballa nesta líña formando parte do grupo de trabajo de Enfermería Escolar de Galicia y poñendo a disposición das colexiadas un curso de Experto Universitario de Enfermería Escolar, entre outras accións.


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