Verónica Civeira | «Formar parte de esta campaña es, además de ilusionante, un reto personal y profesional que creo que va a quedar marcado para siempre en mi mente y en mi corazón»

 

 Ourense, 27 de enero del 2020 | Verónica Civeira se convirtió oficialmente en enfermera en el año 2000. Después de pasar por muchos servicios en sus años como eventual, recaló como interina en el centro de salud de O Carballiño. Allí estuvo los últimos seis años, hasta que el 2020, el año de la pandemia, a ella le trajo su ansiada plaza fija en el Hospital Universitario de Ourense, donde ahora mismo desempeña la labor de supervisora de Enfermería del área de Crónicos.

La emergencia sanitaria por la COVID-19 pilló a Verónica recién llegada a su puesto, y desde allí, se dedicó a echar una mano donde hizo falta: desde el diseño, creación y puesta en marcha del ESCAH (Equipo de Seguimiento Compartido Atención Hospitalaria), hasta colaborar en la coordinación del seguimiento de pacientes positivos en aislamiento domiciliario, iniciar proyectos como el de vigilancia epidemiológica a través de TELEA o Héroes contra el coronavirus.

Ahora, en plena tercera ola de la pandemia, ella es la persona encargada de la coordinación de los equipos de vacunación en el área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras. Nadie dijo que fuese una tarea sencilla pero Verónica lleva más de un mes trabajando con ilusión y esperanza, junto con el resto de las enfermeras y enfermeros del equipo, para llegar lo antes posible con las ansiadas dosis de la vacuna a todos los rincones de la provincia.

P: ¿Cómo se dio la situación en la que te ofrecen ser coordinadora de los equipos de vacunación?
R: La coordinadora asistencial de esta campaña es Pepa, la subdirectora de Enfermería, que contó conmigo desde el principio para colaborar con ella en todo esto, por tanto, no fue necesaria oferta, fue algo natural.

P: A nivel personal, ¿qué significa para ti formar parte de esta campaña?
R: Todo el 2020 ha sido un gran reto a nivel profesional, pasar de un centro de salud a un puesto más de gestión, con unos objetivos en mente relacionados con cronicidad, Educación Sanitaria... y tener que adaptarse a esta nueva situación para intentar ayudar en todo lo posible... no ha sido fácil, pero ni para mí, ni para nadie.

Todas las compañeras se tuvieron que adaptar, reinventar... pero como era de esperar se demostró una vez más la gran fuerza, valentía, profesionalidad, calidad humana y empatía, de esta profesión (para mí, la más bonita del mundo).

Como enfermera, como paciente que tuvo COVID, como nieta.... como persona en general, estaba deseando que llegase este momento. Formar parte de esta campaña es además de ilusionante, un reto personal y profesional, que creo que va a quedar marcado para siempre en mi mente y en mi corazón.

P: Finalmente se adelantó la llegada de las primeras dosis, ¿en cuánto tiempo tuvisteis que organizarlo todo?
R: No mucho, la verdad... Primero supimos que se empezaría por los residentes y trabajadores de centros de mayores y de personas con discapacidades, y también que se haría, como hicimos aquí con la campaña de la gripe en estos centros, por equipos formados por 2 enfermeras cada equipo...

Una mañana nos lo contaron y esa tarde ya debíamos tener los equipos definidos...Primero calcular cuántos equipos necesitábamos (en base a los centros que tenemos, dimensiones de los mismos, distribución geográfica...) y después, buscar los compañeros que formarían parte de ellos.

Tampoco sabíamos justo qué día podríamos empezar, qué día llegarían las vacunas, pero en una provincia como la nuestra, con unos 150 centros para vacunar y tan dispersos, era necesario tener plan A, plan B, e incluso C, de cómo hacerlo, así que empezamos a actualizar listados de residencias, establecer rutas... Fueron días de trabajo muy intenso, muchas horas, pero la ilusión y ganas de llegar cuanto antes a la mayor población posible, era y es lo que nos empuja.

P: ¿Cómo era la respuesta de las compañeras y compañeros al proponerles formar parte de los equipos de vacunación? ¿En base a qué criterios se proponía a unos u otros?
R: Yo tenía claro que la respuesta en nuestra área iba a ser muy buena, porque cuando recorrimos con Pupas, sustos y otros disgustos los coles de la provincia, la respuesta, apoyo y colaboración de las compañeras de Atención Primaria fue increíble.

Y la actuación durante la pandemia... impecable... así que no tenía ni la menor duda. Tenemos muchos compañeros proactivos, con ganas de hacer cosas nuevas, de innovar, de asumir retos... Pero, aun así, fue muy emocionante.

Pepa llamó a los coordinadores por teléfono uno por uno, explicándoles lo que se iba a hacer, explicándoles que necesitábamos enfermeras que quisieran participar de forma voluntaria, así como los criterios necesarios: experiencia en vacunación, preferentemente con formación en RCP actualizada, pero sobre todo, ilusión y entusiasmo por formar parte de esta campaña. Yo llamé a alguno de los coordinadores también y a compañeros que ya habían participado en otros proyectos y que sabía que seguro se animaban. Cada llamada suponía un ‘subidón’ de energía: ni un solo dijo que no, todo fue colaboración, todo ánimos. Los coordinadores pronto volvían a llamarnos para darnos nombres...

Recuerdo que después de estar una hora al teléfono, cada una por su lado, cuando nos reunimos y nos miramos, los ojos se nos llenaron de lágrimas. ¡Teníamos los equipos y teníamos reservas! Estábamos muy emocionadas.

Tenemos un equipo increíble con compañeros con más de 20 años de experiencia en Primaria, y por tanto en campañas de vacunación, que son verdaderos referentes en Atención Primaria; y compañeros muy jóvenes (muchos de ellos especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria). Todos ellos tienen mucho en común: una enorme ilusión, ganas, profesionalidad, calidad humana, voluntariedad...
Algunos ni se conocían y se han entendido a la perfección, trabajan con una coordinación y complicidad impecable.

P: ¿Cómo fue la formación para esta vacuna? ¿Es muy diferente de otra cualquiera?
R: La formación como todo, en estos momentos, fue online, después hicimos varias reuniones presenciales, para hacer puestas en común, resolución de dudas...
Es distinta por las características de conservación, reconstitución, etc. El proceso de administración en sí es como otras.

P: ¿Cómo organizáis la campaña en la provincia? ¿A dónde llegan las vacunas? ¿Cómo se almacenan? ¿Cómo os distribuís?
R: En la primera fase la organización se hace en base a las vacunas de las que disponemos cada semana por lo que, es necesario estar en coordinación constante con Salud Pública.
La programación se les pasa a los equipos que son los que contactan con las residencias.
Las vacunas se almacenan todas en un punto único en Santiago de Compostela, y llegan todas las mañanas a los puntos de vacunación.

En los puntos están siempre guardadas en neveras, para conservarlas entre 2 y 8 grados.
Cuando terminan en el último punto de la ruta establecida para ese día, el equipo llama al transportista que pasa a recoger los viales sobrantes sin reconstituir, y los viales vacíos.
Al finalizar cada jornada cada equipo nos envía un cuaderno de campo con los datos de la misma.

P: El día de inicio de la campaña, ¿cómo te sentiste? ¿Cuál era el sentimiento del equipo?
R: Emoción, felicidad, ilusión... creo que son las palabras que más repetimos esos días.
Ese primer día estábamos todos un poco nerviosos, por la expectación que generaba si esa primera dosis en nuestra área.

Recuerdo que llegué a San Marcos a las 8:00 de la mañana. ¡Estábamos todos impacientes por empezar! En un ratito que tuve me puse a hablar con Inocencio, con sus 90 años y sus ganas de abrazar a su familia y coger por primera vez a su bisnieta recién nacida, me emocionaron tanto...
Inocencio nos dijo una frase el día que fuimos a administrarle la segunda dosis que no olvidaré: “Es muy triste no poder abrazar y besar a los tuyos, abrazar es lo más bonito.” ¡Ojalá pronto podamos dar todos esos abrazos pendientes!

Tanto residentes como trabajadores, comentaban que estaban deseando que llegase este momento, nos hablaron del miedo que pasaron, de la incertidumbre, de la esperanza puesta en la vacuna. Fue muy bonito y emocionante.
Veronica2

P: ¿Cómo es la respuesta en general en las residencias sociosanitarias? ¿Hay temor por ser una vacuna reciente o esperanza?
R: La respuesta es muy buena, hay mucha esperanza. Lo ven como un paso más cerca para estar con sus seres queridos. Yo creo que si algún negacionista viviese lo que ellos vivieron y viven... cambiaban de opinión. En casi todos centros la llegada de la vacuna se vive como una gran fiesta.

P: Ahora que habéis iniciado la segunda ronda de dosis y ya empezasteis con la vacunación de compañeros, ¿cuáles han sido los mayores retos que os encontráis? ¿Ha sido complicado ser vosotros los que os desplazáis para vacunar a la población?
R: El mayor reto fue llegar a todos los centros en el mínimo tiempo que nos permitían las dosis de que disponíamos. Tenemos la provincia con más centros, más residentes... Además de una enorme dispersión geográfica, eso añadido al tiempo que tenemos, helada, nieve... hizo que no fuese un reto fácil.

Pero la disposición, ganas y ayuda del equipo hizo que fuese posible. Trabajamos sábados, domingos...porque el objetivo lo tenemos todos claro: administrar todas las dosis que nos den en el mínimo tiempo posible.

Ahora que hemos iniciado la segunda dosis, también dependemos de otras variables como centros con casos activos (en los que dependemos de los cribados para administrar la vacuna), pacientes que en el momento de la segunda dosis están ingresados, o con infección activa, que hace que el trabajo se complique un poco, pero nuestro objetivo sigue siendo el mismo, cuantas más personas completen la pauta de vacunación el el mínimo tiempo posible, mejor.

Cuando llegó el momento de la vacunación de los compañeros, el reto era llegar con las dosis disponibles al mayor número posible en el mínimo tiempo, por eso unos equipos se desplazaron a los servicios de Atención Primaria, y otros, en colaboración con las compañeras de Preventiva, vacunaron en los hospitales.
En 4 días administramos la primera dosis a más de 3.700 compañeros. Esperamos disponer de más dosis pronto para llegar a los compañeros que faltan.

P: ¿Cuántas vacunas lleváis administrado desde el inicio de la campaña?
R: A día de hoy (martes 26 de enero del 2021), hemos administrado más de 15.500 dosis y aproximadamente, hay 4.000 personas en el área sanitaria que ya han recibido las dos dosis y por tanto, completado la pauta de vacunación.

Si la situación epidemiológica lo permite, esperamos que a principios de febrero todos los residentes y trabajadores a los que se le administró la primera tengan administrada esta segunda dosis.

P: ¿Cuáles son los planes para las siguientes fases? ¿Seguiréis manteniendo el mismo número de equipos?
R: Para la segunda dosis, por supuesto que mantendremos los mismos equipos. Ellos hicieron posible los resultados que tenemos, además siguen con las mismas ganas que el primer día. Además, contamos con el listado de compañeros de reserva que están dispuestos y preparados para entrar en acción cuando sea necesario.
Es muy pronto para hablar de la siguiente fase, pero ellos siempre serán parte imprescindible en esta campaña.

P: Aún queda lejos dada la limitada disponibilidad de dosis pero, ¿estáis ya pensando en la vacunación general de la población?
R: Pensando claro que estamos, y ya hicimos unas cuantas cábalas, de cómo podía ser... pero no valen de nada porque no sabemos todavía ni cuándo, ni cómo, ni con qué vacuna será, por tanto, toca esperar.

P: ¿Qué te parece cuando se pone como ejemplo vuestro trabajo cuando se habla del buen ritmo de vacunación que tiene esta provincia? ¿Qué hay detrás de vuestro éxito?
R: Pues me siento muy orgullosa, no porque nos pongan de ejemplo, sino porque se reconozca el trabajo de Enfermería.

A veces, tenemos la sensación de que se valora poco el trabajo de Enfermería porque, ¿qué sería de una UCI o de Urgencias sin enfermeras? ¿O de una planta? ¿O de Atención Primaria? La pandemia ha dejado clara la importancia de nuestro trabajo. Todo el equipo es importante dentro de un hospital, de un centro de salud: los celadores, PSX, el equipo de limpieza, el equipo médico, el equipo de Enfermería, TCAE, administrativos... todos y cada uno. Es triste que sea una pandemia la que ponga en valor el trabajo de todos los profesionales sanitarios, pero bueno, parece que ahora sí se ve y valora. Creo que por fin todos saben lo que es la ENFERMERÍA.

Todavía es pronto para hablar de éxito, tendremos que esperar al final de la campaña, pero sí es necesario reconocer la enorme motivación y ganas con la que estamos afrontando este reto todo el equipo. Así como el apoyo, ánimo y colaboración de todos los compañeros.
También es importante la parte logística y por supuesto, la colaboración de los trabajadores de los centros, que nos facilitan mucho la vacunación.

P: ¿Crees que el hecho de que ya estemos poniendo la vacuna produce relajación en la población a la hora de cuidarse y protegerse?
R: ¡Espero que no! La primera dosis no confiere inmunidad, por tanto, nada cambia... y aún después de la segunda dosis no debemos relajar las medidas. De momento el porcentaje de población inmunizada no va a ser el suficiente y la distancia, la mascarilla y la higiene de manos siguen siendo armas básicas, que no podemos olvidar ni relajar.

Parece mentira que más de 150 años, después de que Florence Nightingale demostrase la importancia de la higiene de manos, tengamos que volver a insistir en que es algo básico. Pero así es: no debemos dejar de insistir en que, de momento, las medidas de precaución siguen siendo necesarias.
La vacuna es una poderosa arma que nos acerca un poco más al final, pero ese final todavía no ha llegado, y es responsabilidad de cada uno seguir luchando para que llegue cuanto antes.

P: ¿Crees que hay motivos reales para que exista gente que dude de la vacuna, de si ponerla o no?
R: No, por supuesto que no. Gracias a las vacunas algunas enfermedades se han erradicado. La OMS calcula que cada año se salvan 3 millones de vidas gracias a las vacunas. Dudar de la importancia de las vacunas a estas alturas no tiene ninguna base ni científica ni lógica.

Esta vacuna se ha desarrollado más rápido que otras porque se ha puesto más esfuerzo y colaboración que nunca para conseguirlo. En cuanto al miedo a los efectos secundarios, reacciones... todas las vacunas las tienen, pero el beneficio que aportan es mucho superior.

Después de más de 15.500 vacunas administradas en el área ... podemos afirmar que los efectos secundarios inmediatos que vemos más frecuentemente, y que la distingue de otras vacunas, son: sonrisas, ilusión y esperanza.


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