El enfermero Óscar Santiago Domínguez Fernández, en su despacho del Hospital Universitario de Ourense
Ourense, 13 de octubre de 2022.- El servicio de endocrinología del hospital de Ourense incluye una unidad de nutrición compuesta por dos endocrinólogas, cinco técnicos en dietética y tres enfermeras, entre los que se encuentra Óscar Santiago Domínguez Fernández. Después de haber trabajado en atención primaria, urgencias extrahospitalarias (Punto de Atención continuada o PAC) y en la unidad de reanimación del Hospital Universitario de Ourense, a finales de este 2022 cumplirá dos años en la unidad de nutrición, en la que este profesional de enfermería lleva a pacientes con necesidades nutricionales específicas que, por lo general y por diferentes patologías, se encuentran hospitalizados: él se encarga de adaptarles la dieta específica en función de sus necesidades y hacerles un seguimiento para confirmar que se consiguen los objetivos establecidos.
¿En qué momento derivan al paciente a esta unidad?
Cuando un médico especialista considera que un paciente necesita una valoración nutricional hace una interconsulta a la unidad de nutrición y desde ahí se derivan a esta unidad.
¿Cuáles son los cuidados que efectúas sobre tus pacientes?
Hago un seguimiento dietético para ver si ganan, pierden o mantienen su peso y, en función de su situación, se hacen las modificaciones oportunas en el menú de acuerdo con la dieta que tengan fijada, así como valorar la necesidad de suplementación nutricional.
Este paciente del que me hablas, ¿está hospitalizado o en su domicilio?
Mi labor está centrada fundamentalmente en pacientes hospitalizados. Otra parte del trabajo que desempeño en este puesto es la valoración nutricional en pacientes que van a ser intervenidos quirúrgicamente (preoperatorios): se analiza si necesitan algún tipo de soporte, bien sea nutricional para incrementar su peso, inmunonutrición, si fuese necesario, o dar recomendaciones dietéticas, si es el caso.
¿Con cuántos pacientes, y de qué unidades, trabajas en este momento?
El número de pacientes que llevo no es fijo, pero ahora mismo estoy llevando a una veintena de personas de diferentes servicios como medicina interna, digestivo, cirugía, otorrinolaringología, etc. Somos una unidad central que atiende interconsultas de facultativos de diferentes especialidades. También cubro la agenda de enfermería bariátrica y, puntualmente, la de enfermería de nutrición general.
Otro aspecto de mi trabajo es la gestión de las dietas hospitalarias conjuntamente con las dietistas asignadas a la unidad.
¿La familia ha de implicarse en la nutrición del paciente para que ésta tenga éxito?
Por supuesto, sobre todo lo que es el campo de la dietética y todo lo que son las recomendaciones a seguir. En algunos casos, el paciente tiene problemas cognitivos o es una persona que no cocina de manera habitual, entonces debemos darle una serie de pautas y explicaciones a algún familiar para que se encargue de la parte de elaboración de los menús requeridos.
En general, cuando se fija una dieta, ¿la aceptación es buena, o cuesta un poco?
Las dietas no son fáciles ni cómodas y cuando estableces una, normalmente, estás fijando una restricción, y esto se puede llevar mejor o peor. Lo que sí es cierto es que en los procesos más agudos cuando el paciente está más frágil o con dolor y ve que con esa dieta mejora, sí que es más fácil que se adhiera a la misma. Desde mi punto de vista, lo ideal es hacer dietoterapia cuando es necesario y, cuando no, seguir una dieta normal, equilibrada y variada. Aquí en Galicia tenemos una fuente de alimentos de gran calidad y por eso creo que deberíamos mirar más hacia el pasado y consumir productos de cercanía, cocinados mediante elaboraciones sencillas que no enmascaren mucho el alimento.
Otro aspecto que es clave, también a nivel de impacto ambiental, es la estacionalidad de los productos; no es lógico que en nuestro entorno estemos comiendo fresas en octubre. Tenemos un amplio abanico de frutas de temporada de las que echar mano.
¿Qué formación específica es necesaria para afrontar las peculiaridades de la enfermería en este puesto?
Se trata de un campo muy específico que escapa un poco a las funciones y al ámbito diario del rol de la enfermería hospitalaria. Para tener una visión global a la hora de elaborar los menús es fundamental contar con una formación específica en dietética y en dietoterapia, pero también en procesos de elaboración y técnicas culinarias, y sabes identificar signos de alarma en los pacientes que tengas a tu cargo. En mí caso en concreto, tengo formación en cocina, dietética y nutrición.
¿Cómo de importante es abrir líneas de investigación en nutrición y dietética?
Es un campo en el que los trabajos requieren de un seguimiento a largo plazo, con muchos participantes y en el que pueden interferir muchas variables. Esto todo hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de desarrollar estudios para que las conclusiones sean fiables.
Los estudios de investigación en este campo tienen mucha importancia y relevancia, ya que el modo en que nos alimentemos repercutirá en nuestra salud y bienestar.
¿Es cierto que una buena alimentación es la mejor prevención ante la enfermedad?
Influye mucho, como otros hábitos saludables, por eso deberíamos educar a la población, pero no adoctrinar.