Los "criba-buses" arrancan motores: "Viene gente que se va de viaje o a ver a su familia"

P. VARELA (24/07/2021). Los "criba-buses" arrancan motores: "Viene gente que se va de viaje o a ver a su familia". La Voz de Galicia. Recuperado: www.lavozdegalicia.es

Cientos de gallegos se realizaron este sábado pruebas de antígenos en los puntos móviles habilitados por la Xunta en las siete ciudades gallegas

Uno de los siete autobuses sanitarios orientados a acoger cribados de covid-19 en Galicia estacionó este sábado en Ourense. En las proximidades del jardín del Posío, hermanos como Candela y Carlos, tras pasar por el circuito habilitado en el interior del vehículo, no desviaban la atención de las palmas de sus manos, donde los test de antígenos revelaron sendos resultados negativos. «Nos vamos de viaje a Meira (Lugo) con nuestros padres, ya vacunados. Y queremos llevarnos la acreditación para poder acceder con tranquilidad a los restaurantes», apuntaban.

La inscripción era voluntaria y, según datos del Sergas, en la ciudad de As Burgas estaban citadas 223 personas. Al filo de las seis de la tarde, ya prácticamente se rebasaba esa cifra, porque también se abrió una puerta para que acudiesen vecinos sin cita previa. «Obviamente, se da prioridad a la gente que sí la tiene», razonaba Míriam Vázquez, enfermera y coordinadora del dispositivo.

Tanto Vázquez como Mercedes Touriño, otra de las sanitarias que realizaron las pruebas diagnósticas en la ronda vespertina, se encontraron especialmente con gente joven, que en su mayoría buscaba salir de dudas ante la cercanía de visitas familiares o escapadas en los próximos días. Sara y Noemí, empleadas en un centro de menores de la provincia, preveían irse a no mucho tardar hacia Redondela y Monforte de Lemos, con la idea de ver a parientes próximos. «Vinimos sin cita previa. Donde trabajamos pasa mucha gente, que entra y sale, y nos pareció buena idea venir para irnos con más seguridad», decía Noemí.

Mientras, Fernando y Susana, asentados en Madrid y actualmente de vacaciones en la provincia por las raíces familiares de la segunda, se enteraron de la convocatoria por los medios de comunicación. Hasta la fecha, solo habían sido citados para pruebas PCR por un contacto estrecho, así que esta fue la segunda tanda para ambos desde que se inició la pandemia. «Vimos el aviso en la prensa y, al estar en contacto con diversos familiares, optamos por apuntarnos», contaba Susana.

La espera de quince minutos, eterna para más de un paciente, dejaba cierta sensación de alivio para los que recibían el certificado europeo, con una validez de 48 horas. «Muchos de los que acuden lo hacen porque se marcharán en breve de la ciudad, a veces por campamentos de verano», detalló la coordinadora del cribado. Al término del día, tras los test realizados, las pruebas arrojaron un caso positivo.

Largas colas en la praza Roxa de Santiago

Desde esta madrugada es obligatorio para acceder al interior de un local de hostelería ubicado en concellos de nivel alto y máximo -36 en toda Galicia- presentar el carné de vacunación, un documento que acredite haber pasado el coronavirus o una prueba negativa de covid. También lo es para entrar en un local de ocio nocturno, en este caso en los concellos de nivel medio, como Santiago, y medio-bajo. Aunque la población mayor de 40 años está prácticamente inmunizada en la comunidad, los jóvenes todavía no tienen la pauta completa, por lo que precisan estas pruebas para acceder a estos establecimientos.

De ahí que la Xunta habilitase en las siete ciudades durante la jornada de hoy un autobús en el que se realizan test de antígenos a lo largo de todo el día. En Santiago, en la praza Roxa, de forma ininterrumpida desde las doce del mediodía hasta las ocho de la noche. El éxito de la medida es evidente. Colas desde el inicio de las pruebas para poder hacer este test de antígenos que además es menos molesto que la PCR nasofaríngea. Hay que tener en cuenta que los kits que desde esta semana se venden en farmacias no sirven para acceder a los locales de ocio y hostelería, por lo que fueron muchos los jóvenes que decidieron acercarse al «criba-bus» para conseguir el ansiado certificado negativo en covid.

La prueba piloto de antígenos de A Coruña se estrena con colas


La fila de personas dispuestas a pasar por el test dio la vuelta al centro municipal de deportes de Riazor a los 15 minutos de abrir

La unidad móvil de pruebas de antígenos situada en la explanada de Riazor de A Coruña tuvo este sábado una amplia bienvenida. En tan solo 15 minutos, la cola de usuarios daba la vuelta al centro municipal de deportes.

Los primeros de la fila llegaron a las once de la mañana, una hora antes de que abriese el dispositivo. Las razones para participar eran varias: desde un contacto estrecho con un positivo, hasta una cita con el ocio nocturno. Para realizar la prueba, solo es necesario no tener la pauta completa de vacunación, y entregar datos personales, una firma y teléfono de contacto.

La directora de Procesos de Soporte, Pastora Rodríguez, señalaba que «esta es la primera vez en la que el resultado se da en el día, y el cribado se hace sin cita previa». Además destacaba que la unidad directiva «tendrá que esperar al mediodía para sacar conclusiones de esta prueba piloto».

Colas también en Ferrol


Funcionó hasta las siete de la tarde en la plaza de la Constitución
La unidad móvil de pruebas de antígenos que la Xunta desplazó este sábado a la plaza de la Constitución, en el Cantón de Ferrol, se estrenó con colas, que se formaron al poco de que el bus abriese sus puertas a la una de la tarde. La mayoría de los que se acercaron hasta allí eran jóvenes.

«Pensábamos que abría a las 12.00 y llevamos una hora esperando, aunque sabemos que aún nos queda bastante porque somos muchos», aseguraba uno de los jóvenes que acudíó por la mañana a la prueba. Otra chica añadía: «Te quedas más tranquila haciéndote la prueba y ya que es gratis aprovechamos».

Más de dos horas de espera en Vigo

El Sergas instaló en la explanada del Náutico, de Vigo, un autobús preparado con todos los materiales necesarios y un equipo de enfermeros compuesto por siete personas. La cita comenzó a las 15:00 horas y atrajo a un gran número de interesados.

De esta manera, los ciudadanos recibieron positivamente esta campaña y aprovecharon la ocasión para realizarse la prueba del coronavirus y salir de dudas. Los motivos de cada persona eran muy variados. «Quiero hacer la prueba porque tengo un viaje pronto con mis amigos y no queremos arriesgar», comenta Hernán Rodríguez, añadiendo que ya se habían hecho una PCR, pero el sistema está «colapsado» y todavía no ha llegado el resultado. Begoña Rivera, por su parte, no puede decidir y tiene que realizar la prueba obligatoriamente para poder trabajar esa misma noche: «Me encargo de organizar eventos y me la piden necesariamente en la empresa», exclama mientras espera en la cola. Otros, simplemente lo hacen por curiosidad. Es el caso de Yago Otero, quien ya había superado la enfermedad anteriormente: «Voy a hacer la prueba porque fui positivo hace tres semanas y quiero saber si todavía tengo rastros de la enfermedad o no».

Más de una hora antes del inicio de la campaña, la gente ya se encontraba en los alrededores del dispositivo para ser los primeros en entrar. Poco a poco, los usuarios fueron acumulándose hasta formar una larga cola que ocupaba gran parte del paseo de Montero Ríos. «Llevo desde las dos y media», cuenta Candela Puig, que tiene niños en casa y quiere asegurarse de ser negativo. Un retraso provocado por la lentitud de las pruebas. «Llevo esperando más de una hora. Ya vine por la mañana pero hubo un problema informático y tuve que volver por la tarde», expone Darío Pereira, que fue citado para realizar la primera vacuna y no quería correr el riesgo de ser positivo. Cada persona obtenía los resultados tras diez minutos. Por lo que la gente tuvo que esperar más de lo esperado y, por encima, tuvieron que lidiar con el calor y el sol al ser una localización exterior. «Llevamos cuarenta minutos y no avanzamos. Me esperaba que el ritmo fuera más rápido», dice Hernán Rodríguez.

Por otro lado, muchas de las personas estaban interesadas en realizar la prueba de antígenos para poder entrar en los bares el fin de semana. Con las nuevas restricciones, es obligatorio presentar una PCR negativa o el certificado de vacunación para ingresar en los locales. Una medida que ha presentado un debate entre los ciudadanos. «Sin haber tenido la opción de vacunarme, me parecen injustas las restricciones. Es un poco discriminatorio», añade Paula Santamaría, que pertenece al grupo de edad que todavía no ha sido vacunado y ve injusto tener que realizar pruebas cada tres días para acceder a la hostelería. Una opinión que contrasta con la de Víctor Rubio, quien piensa que, por el aumento de casos, las medidas son necesarias y los ciudadanos podrán «adaptarse» a las nuevas restricciones. Otros, como Candela Puig, se apartan de este debate y ni siquiera se plantean el ir a los bares: «Desde que comenzó la pandemia, no voy a cafeterías por miedo a contagiarme», explica.


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