Un año de vacunación: así trabajan las enfermeras en los "vacunódromos"

Con el primer aniversario de la mayor campaña de vacunación de la historia reciente el principal objetivo en estos momentos sigue siendo vacunar, vacunar y vacunar. Miles de profesionales sanitarios que, a lo largo y ancho de todo el país, hacen posible que España sea uno de los lugares con mayor tasa de inmunización del mundo. Profesionales que se han volcado desde aquel 27 de diciembre de 2020 para lograr frenar el avance del virus y que ahora, con la sexta ola de la pandemia en plena crecida, han demostrado que la vacunación funciona.

GREGORIS, ÁNGEL. M (18/01/2022) Un año de vacunación: así trabajan las enfermeras en los "vacunódromos". Diario Enfermero. Recuperado de: www.diarioenfermero.es

Vídeo: En primera línea- Así se trabaja en los vacunódromos contra el COVID-19

Con el primer aniversario de la mayor campaña de vacunación de la historia reciente el principal objetivo en estos momentos sigue siendo vacunar, vacunar y vacunar. Miles de profesionales sanitarios que, a lo largo y ancho de todo el país, hacen posible que España sea uno de los lugares con mayor tasa de inmunización del mundo. Profesionales que se han volcado desde aquel 27 de diciembre de 2020 para lograr frenar el avance del virus y que ahora, con la sexta ola de la pandemia en plena crecida, han demostrado que la vacunación funciona.

Con los contagios disparados, los indicadores de pacientes hospitalizados y en unidades de cuidados intensivos todavía no han alcanzado los peores niveles de la crisis, unos datos muy optimistas, pero todavía lejos de ser la solución definitiva. Más del 90% de los mayores de 12 años ya tienen la pauta completa y un tercio de los niños y niñas de entre 5 y 11 años ya han recibido la primera dosis.

Inmunidad de grupo

Unas cifras altísimas, pero todavía insuficientes para llegar a la ansiada inmunidad de grupo. Desde el Consejo General de Enfermería recuerdan que las vacunas están funcionando, que gran parte de los ingresados por COVID-19 son personas que no estaban vacunadas o no tenían la pauta completa y, sobre todo, subrayan que son eficaces contra las nuevas variantes. “Somos un ejemplo de país y nuestras enfermeras y enfermeros también lo son en el resto del mundo. Hemos demostrado unión cuando ha hecho falta y en ningún momento las administraciones han tenido que obligarnos a vacunarnos. Debemos seguir adelante, el 10% de la población que todavía no ha querido acudir a los centros de vacunación debe hacerlo porque de esta crisis sólo saldremos juntos como sociedad”, apunta Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Hospitales, centros de salud y centros sociosanitarios pusieron su mecanismo en marcha desde el minuto uno, pero fueron muchas las comunidades que habilitaron también grandes pabellones como estadios, salas de conciertos o polideportivos para agilizar la vacunación. El Wizink Center, de Madrid, fue uno de los primeros en montarse a partir de abril y todavía continúa sin descanso. Equipos de 40/45 profesionales del SUMMA 112 se encargan cada día de administrar unas 4.000 vacunas (entre primeras, segundas y dosis de refuerzo), incluso en las fiestas navideñas han estado abiertos. El virus no entiende de festivos y las enfermeras han estado y estarán al frente de esta campaña.

También en Navidad

Un gorrito de Papá Noel o unas orejas de reno ayudaban a ubicarse en el antiguo Palacio de los Deportes durante estas fechas tan señaladas. No hacían falta villancicos para saber que las enfermeras que gestionan el centro, las que preparan las vacunas, las que las administran y las que dan consejos a los ciudadanos, así como el resto de profesionales, imprescindibles en esta cadena, están haciendo historia. Ellos y ellas, además de todos los que siguen trabajando en centros de salud, sociosanitarios y hospitales para que la atención COVID y no COVID pueda continuar, son el verdadero ejemplo de superación.

“El montaje de este centro ha sido una labor muy importante para la enfermería. El SUMMA 112 se ha reinventado porque somos personal de emergencias y no era el trabajo al que estábamos acostumbrados. Creo que por parte de todos los profesionales ha habido una gran respuesta, vacunamos mucho, a diario, de día de noche, y podemos estar muy orgullosos del trabajo”, destaca Clara Sarrais, enfermera del SUMMA 112 y coordinadora del punto de vacunación del Wizink Center, de Madrid.

Rezagados

Dosis de refuerzo para los mayores de 40 años, pero también primeras y segundas dosis para los rezagados son la población diana que acude al wizink en estas semanas. “Esto es un problema a nivel global, no sirve de nada que nos vacunemos algunos si no lo hacen el resto. Todavía falta mucha gente por ponerse esas primeras dosis y tienen que venir. Ahora, como piden el pasaporte para viajar, están viniendo. Vemos que la gente que se vacuna ahora no lo hace por una problemática de salud, sino social, porque quieren salir al extranjero y no pueden. También hay otros que han tardado porque tenían miedo y querían ver cómo funcionaban las vacunas”, afirma Fátima Alba, enfermera del SUMMA 112, que lleva desde mayo en uno de los equipos formados para el Wizink.

En este sentido, Carmen Migueles, subdirectora de Enfermería de Urgencias SUMMA 112, pide un poquito de sensatez y hace un llamamiento a todos aquellos que todavía no han acudido a vacunarse. “Yo entiendo el miedo y la incertidumbre de una vacuna nueva, se oyen muchos bulos, pero en esto hay muchos científicos trabajando y se ha demostrado la eficacia de la vacuna. En la Comunidad de Madrid han disminuido los ingresos y los pacientes en UCI y estamos viendo que muchos de los que necesitan cuidados intensivos son pacientes no vacunados”, apunta Migueles.

Sin parar

Unas 4.000 vacunas preparan las enfermeras en una mesa al final del pasillo donde más de 20 puestos formados por un técnico y una enfermera administran las dosis sin parar. En estos momentos, las vacunas disponibles en el Wizink son Pfizer o Moderna, sin opción a elegir. La que toca ese día es la que se administra a la población diana. “Aquí en esta mesa reconstituimos las vacunas que se van a administrar; las sacamos de la nevera, donde han estado descongelándose previamente. Una vez que están reconstituidos, cargamos cada dosis de forma individual en su jeringa”, explica Cristina, una de las enfermeras que se encarga de preparar las vacunas.

Reacción

Además de los puestos de vacunación, el Wizink cuenta con una sala para posibles emergencias y otra donde, bajo llave, se guardan las neveras con la vacuna. “Tenemos una sala preparada por si existe algún tipo de reacción. Tenemos carro de parada, monitor, medicación, todo preparado para atender urgencias. En este año, hemos atendido mareos, la mayoría provocados por el miedo a las vacunas y no como consecuencia de ellas, también pequeñas reacciones alérgicas y alguna que otra caída en el circuito y en la calle, pero nada grave”, explica Sarrais.

Por otra parte, en la habitación de las neveras se hace un seguimiento constante de temperatura para comprobar que se mantienen correctamente y sólo se van descongelando a medida que se van necesitando.

Centros como este consiguen que la vacunación masiva sea posible y las enfermeras, una vez más, son la pieza clave en estos grandes vacunódromos, imprescindibles para lograr la ansiada inmunidad de grupo.


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