Hasta ahora estos vínculos, para personal médico y de enfermería, se firmaban por un período de doce meses
E. ÁLVAREZ (02/12/2022)Los contratos de continuidad que firme el Sergas tendrán tres años de duración y después se convertirán en interinidades. La Voz de Galicia. Recuperado de: www.lavozdegalicia.es
El Sergas ha acordado con los sindicatos CESM, CSIF, O´Mega, Satse y UGT que todos los contratos de continuidad que se ofrezcan a partir de ahora tengan una duración de tres años en lugar de los doce meses actuales. Este tipo de contratos se pusieron en marcha en el 2019 primero para facultativos y después para personal de enfermería, y se dirigen a aquellos profesionales que cubren bajas y vacaciones. En lugar de firmar contratos consecutivos se rubrica uno, permitiendo así planificar vacaciones, y el personal va cubriendo ausencias en diferentes servicios o centros de salud.
La Consellería de Sanidade asegura que todos los que se firmen a partir de ahora serán de tres años, y los médicos y enfermeros que ya estén trabajando mediante este sistema podrán ampliarlo a tres o mantener su contrato anual.
Además la Xunta acordó que aquellos acuerdos que se firmaron en el 2019 y que por lo tanto este año cumplen los tres años de duración máxima se conviertan en interinidades.
Solo doce médicos y 65 enfermeros
Actualmente tienen este tipo de vínculo con el Sergas solo doce médicos y 65 enfermeros de atención primaria y atención especializada. Cuando comenzaron a firmarse en el 2019 se apuntaron una treintena de facultativos. Lo que ha ocurrido es que el déficit de especialistas ha provocado que la mayoría de estos profesionales tengan ya otro vínculo más estable, como una interinidad o una plaza fija. De hecho Ramón Barreiro, presidente en Galicia de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), explicaba que ahora mismo están más pensados para el personal de enfermería, sobre todo aquel que reforzó la pandemia en campañas de vacunación o pruebas PCR.
Una de las principales ventajas de este contrato es que a los tres años se convierte en una interinidad, «lo que supone pasar a ser estructurales, y que puedan formar parte ya de ofertas públicas de empleo, que se incrementan las plazas estructurales», apunta Barreiro.