Cuatro de cada diez ourensanos tienen problemas para dormir bien

El insomnio genera enfermedades cardiovasculares, respiratorias y mentales. La falta de sueño reduce los años de vida y causa accidentes


SALGADO, M. (15 de enero de 2023). Cuatro de cada diez ourensanos tienen problemas para dormir bien. La Región. Recuperado de www.laregion.es 


 

Los problemas producen insomnio y el insomnio genera problemas. Cuatro de cada diez ourensanos duermen mal y las causas principales de los problemas con el sueño son las preocupaciones, una enfermedad nerviosa o un fallo en el mecanismo del sueño, según el jefe de Psiquiatría del área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras, Luis Docasar. El mal dormir, además, ocasiona enfermedades cardiovasculares, respiratorias y mentales, la reducción de los años de vida e incluso accidentes de tráfico. “Si no duermes bien, por algún lado lo vas a pagar”, advierte Docasar.

El insomnio no suele ser una enfermedad en sí misma, sino el síntoma de otra cosa. “La inmensa mayoría de los insomnios son secundarios a otro problema. Muchos están provocados por preocupaciones. Cuando tenemos un problema, lo primero que tenemos es insomnio. Cualquier cosa afecta al sueño”, explica.

Otra de sus causas más comunes son los trastornos de ansiedad. “Manejar niveles de alarma patológicos o enfermizos incluye que por la noche no hay el suficiente grado de relajación para que venga el sueño”, dice Docasar, que señala como principales síntomas de la ansiedad “las palpitaciones, temblores, sudoración, nerviosismo, parestesias, o procesos larvados de bucles mentales, rumiaciones o anticipaciones negativas del futuro”.

Pasar la noche en vela también puede estar causado por una enfermedad mental. “La mayoría de los primeros episodios psicóticos empiezan por un insomnio, que puede ser el primer síntoma de una enfermedad mental. De hecho, no hay trastorno bipolar que se cure si no se recupera el sueño”, dice este psiquiatra. Además, Ángel Rodríguez, psicólogo del Centro Sinapsis, cifra en un 40% sus pacientes insomnes con trastornos psiquiátricos.

 

Dormir menos de lo necesario

Dormir mal significa dormir menos de lo necesario, unas seis horas para los mayores de 50 años, o que ese descanso no sea reparador. Si dormimos mal hay una serie de neuronas y de circuitos cerebrales que no funcionan bien, según Docasar. El insomnio abre la puerta a un montón de problemas al día siguiente: dificultades cognitivas y para tomar decisiones, disminución de la capacidad de interacción social, problemas psicológicos o psiquiátricos, y enfermedades cardiovasculares y respiratorias. “Las enfermedades que más se pueden activar por dormir mal son los trastornos del humor, donde están incluidos los trastornos bipolares”, indica. En el otro lado de la balanza, dormir bien, cura. “Muchas enfermedades nerviosas empiezan por no dormir y se han curado cuando el paciente ya duerme”, asegura.

No proteger el sueño activa muchas enfermedades mentales que pueden estar dormidas y originar problemas físicos que acaban en la Unidad del Sueño del CHUO, donde se analiza cómo duerme el paciente y la falta de oxigenación en sus tejidos durante la noche.

 

La unidad de Sueño

Esta unidad nació a raíz de la narcolepsia, la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas. “Estas patologías acaban produciendo, no solo un problema psiquiátrico, sino un problema cardiovascular de primer orden, como una hipertensión arterial pulmonar”, señala Docasar. La intención del hospital, antes de la pandemia, era hacer una unidad más completa, integral y multidisciplinar, que también tratara los insomnios esenciales derivados de problemas de salud mental, pero el covid paralizó el proyecto.

La pandemia por coronavirus disparó los problemas de sueño. “Durante la pandemia casi el total de la población dormía mal porque se tuvo que adaptar a encierros y situaciones inimaginables y muy preocupantes”, explica Docasar, quien asegura que muchos pacientes que han tenido covid y que ahora tienen covid persistente sufren insomnio.

Las condiciones óptimas para el sueño son dejar un margen entre la jornada de trabajo y el sueño con una actividad intermedia como cenar con la familia, leer un libro o ver una película, para que nuestro cerebro interprete que puede relajarse. Evitar, a partir de dos o tres horas antes, la toma de excitantes, establecer rutinas, y tener un sitio cómodo y fresco para dormir. Es mejor apagar la calefacción. Y por último, tener una almohada adaptada a nosotros y no hacer una cena copiosa.

Las farmacias ourensanas venden todos los días medicamentos para dormir, desde suplementos de melatonina hasta sedantes o hipnóticos. Docasar advierte que, pese a que los hipnóticos son perjudiciales, suponen el 10% de los fármacos para dormir que se recetan en Atención Primaria. En cambio, hay una deficiencia en suplementos con melatonina, que soluciona muchos insomnios temporales.

Para el jefe de los psiquiatras ourensanos, la felicidad y el buen dormir son caminos bidireccionales. “La gente feliz duerme bien y uno de los ingredientes de la felicidad es dormir bien”, sentencia.

 

Luis Docasar: “Los hipnóticos no se deben prescribir de forma crónica”

Hay un grupo de medicamentos llamados hipnóticos que solo deben ser usados de forma puntual, uno o dos días, y no de forma crónica, porque son perjudiciales, advierte Docasar. “Los vemos prescritos durante mucho tiempo, pero empeoran el sueño. Aquellos pacientes que estén tomando hipnóticos, deberían ser revisados”, dice. Son hipnóticos el Estazolam, Flurazepam, Quazepam, Temazepam, Traizolam y Zolpidem. “Un 10% de los pacientes a los que se les prescribe algo para dormir en Atención Primaria solo toma hipnóticos, que causan conciliación, pero sin reparación”, explica.

 

Ángel Rodríguez: “El 40% de pacientes insomnes tiene trastornos psiquiátricos”

“En nuestra consulta en Ourense vemos a muchos pacientes, adultos y niños, que tienen problemas para conciliar el sueño y esto responde a problemas como pérdidas, emociones mal gestionadas, adaptaciones difíciles…”, señala Ángel Rodríguez, psicólogo del Centro Sinapsis de la ciudad, que añade que el insomnio acompaña a casi la totalidad de enfermedades psiquiátricas. “Aproximadamente un 40% de pacientes insomnes presentan trastornos psiquiátricos. El 30% padecen depresión y el 10-15%, abuso de sustancias”, dice Rodríguez.


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