Enfermeras que cuidan de nuestros deportistas olímpicos

FERNANDO RUIZ (23/07/2021). Las enfermeras que cuidan de nuestros deportistas olímpicos. Diario Enfermero. Recuperado de: www.diarioenfermero.es

Comienzan los Juegos Olímpicos de Tokio. Las gestas de nuestros deportistas en la capital nipona abrirán los informativos de todas las cadenas de televisión y coparán las portadas de todos los periódicos, pero detrás de estas hazañas deportivas hay meses de trabajo, no sólo de los propios atletas, sino también, de todo un equipo que está alejado de los focos para que, en el momento justo, cuando todo se decide por un segundo, un gesto o un punto, nada falle. Y en ese equipo, las enfermeras tienen un papel muy destacado.

La jornada de trabajo para Silvia Cáceres y Noelia González empieza muy temprano. Desde primera hora, estas dos enfermeras del Centro de Medicina de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte se ponen en marcha para atender a los deportistas de alto nivel que acuden a las instalaciones del Consejo Superior de Deportes (CSD). Situado en plena Ciudad Universitaria de Madrid, por su consulta han pasado algunos de los más destacados deportistas de España en todas las disciplinas, desde triatlón a voley, pasando por atletismo, balonmano o natación.

Figuras como el triatleta Mario Mola, la saltadora Ana Peleteiro, el jugador de baloncesto Jorge Garbajosa, la medallista olímpica Lydia Valentín o nuestro abanderado en los Juegos de Tokio, el piragüista Saul Craviotto, han sido atendidos por Silvia y Noelia, que cuidan de nuestras estrellas deportivas con un mimo y una atención como sólo las enfermeras lo saben hacer. Para estos atletas, lo más importante es estar al cien por cien a la hora de competir, y tener una salud de hierro es fundamental para alcanzar su óptimo rendimiento. De que no les falte de nada se encargan las enfermeras. Muchas veces hemos oído que el motor de los deportistas es su corazón, y tanto Silvia como Noelia cuidan de su salud cardiaca en todo momento. Ellas aseguran que lo más cercano a una consulta normal sería la consulta de cardio, pero las diferencias son significativas.

Motor de los deportistas

Para empezar, su trabajo es mucho más extenso, ya que consiste en examinar la salud general de nuestros deportistas para asegurar que su cuerpo rinde al máximo. Todo ello pasa por realizar los habituales reconocimientos médicos a los que nuestras estrellas se tienen que someter periódicamente. Estas pruebas comienzan con las extracciones de sangre para que sea analizada en el laboratorio propio de la Agencia. A continuación, los atletas pasan a la consulta de enfermería donde se someten a una prueba de eco cardio, junto a la prueba de electro y toma de constan-tes. Todos estos datos son registrados y analizados.

No falta en este reconocimiento la prueba de esfuerzo, con la habitual espirometría que medirá la capacidad pulmonar de los deportistas. Todos los atletas de nivel deben pasar en algún momento por estos test, puesto que someten a su cuerpo a unos niveles de exigencia muy altos. Pero en el caso de los deportistas olímpicos, estas pruebas son absolutamente obligatorias por los protocolos propios del Comité Olímpico Español y del Comité Olímpico Internacional, que las exigen para poder participar en las Olimpiadas.

El examen del rendimiento físico de estos particulares pacientes no termina aquí, puesto que a todo ello hay que sumar tres pruebas más: un electro basal, un electro en bipedestación y un electro hiperventilado, con la correspondiente monitorización del deportista. Para terminar, los futuros campeones se acercan al tapiz para someter-se a varias pruebas de tensión arterial.

Junto a todo esto, las enfermeras realizan las intervenciones que puedan darse en momentos puntuales, ante las lesiones o heridas de cualquier atleta en un entrenamiento. La acumulación de campeones por metro cuadra-do llevando su cuerpo al límite, provoca que en más de una ocasión haya habido algún que otro accidente, por fortuna sin mayor importancia, pero que ha requerido la acción de las enfermeras. Ante eso, Silvia y Noelia, como el resto de sus compañeras del equipo de enfermería, no du-dan en acudir para cuidar de los atletas.

Además, las enfermeras del CSD están muy presentes en los controles antidoping, llevando a cabo las extracciones de sangre que luego se analiza en los laboratorios de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte. Es importante que todos los deportistas cumplan con las normas del deporte limpio y nuestro país es una de las principales potencias mundiales en la lucha contra el doping.

Ciudad del Deporte

Pero es que, además, el escenario donde trabajan en nada se parece a un centro hospitalario a un centro de salud donde trabajan sus compañeras enfermeras. Rodeadas de pistas de atletismo, piscinas olímpicas y pabellones deportivos, tanto Silvia como Noelia desempeñan su función en una auténtica ciudad del deporte donde absolutamente todo está pensado por y para el deportista. En estas instalaciones, los mejores deportistas del país tienen a su disposición desde una residencia para poder dedicar-se completamente a su carrera deportiva, hasta comedores donde cuidan de su nutrición, y toda la infraestructura sanitaria para que sus cuerpos funcionen casi como máquinas a la hora de competir.

En el CAR entrenan algunos de los mejores deportistas del país

Por allí pasan a diario cientos de deportistas que buscan sacar todo el partido a sus capacidades físicas, y lo mismo te puedes encontrar a campeones de Europa o del mundo, que a medallistas olímpicos entrenando en estas instalaciones. No es baladí. Según sus responsables, este complejo deportivo es único en el mundo, pues en ningún otro lugar del planeta se reúnen en un mismo punto tantas disciplinas, tantas infraestructuras de entrenamiento y tantos deportistas. Ni siquiera en países que son súper potencias mundiales del deporte como Estados Unidos o Alemania existen unas instalaciones de estas características, afirman. Y todo ello junto a la extensa plantilla de profesionales sanitarios que incluye a médicos, fisioterapeutas, psicólogos y, por supuesto, enfermeras, siempre a disposición de nuestros campeones para que nada falte en su preparación para alcanzar el olimpo.

Con todo esto, Noelia González lo tuvo claro desde el principio. Su vocación por la enfermería deportiva viene de lejos, y se muestra encantada con su trabajo para el Consejo Superior de Deportes. Su pasado como deportista de competición tiene mucho que ver en la elección de este puesto, y en cuanto vio la oportunidad de trabajar con los mejores atletas del país no lo dudó ni un momento.

Esta enfermera deportiva asegura que tratar con deportistas de alto nivel es muy gratificante y afirma que “para nada se lo tienen creído”. “Por aquí pasan los mejores del país en sus respectivas disciplinas y son gente normal, muy agradables, gente joven, aparentemente sana, y da gusto trabajar con ellos, en general tenemos muy buen trato con todos los deportistas”. Noelia González afirma que “aquí, a los pacientes se les llama deportistas”, porque no están enfermos ni tienen ninguna dolencia, “simplemente vienen a confirmar que su salud es buena y que están en disposición de seguir entrenando y compitiendo al máximo de sus posibilidades”.

Pacientes especiales

Por su parte, Silvia Cáceres asegura que “lo bueno es que la gente que viene aquí es gen-te sana, que acude por prevención, y vienen con mucho interés porque al final es su trabajo, es su forma de vida, aunque sea deporte”. Esta enfermera, que lleva casi una década trabajando en la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, añade que quien acude a la consulta “es población sana, con unas exigencias muy altas a nivel de cardio, fisio, y musculo esquelético que no tiene otro tipo de pacientes”.

Asimismo, Silvia apunta que, en caso de aparecer, “la patología es distinta” y añade que en los deportistas de este nivel “a la hora de ser tan exigentes con el corazón, de llevarlo tanto al límite, pueden darse latidos ectópicos, supraventriculares, ventriculares, que incluso a veces los propios deportistas lo detectan, se quejan de ello y nos lo comentan para analizarlo”.

También participan en los controles antidoping

Así, Noelia Gónzalez confirma que la presencia de las enfermeras en el centro es imprescindible. “Sin la presencia de enfermería aquí no se podrían llevar a cabo muchísimas cosas, desde las técnicas de enfermería que aplicamos en muchos casos hasta algo más específico como el análisis de los holter de electro, algo en lo que invertimos mucho tiempo ya que analizamos de manera muy exhaustiva” asegura. Ellas aplican cada día en su trabajo las técnicas enfermeras en diversos ámbitos, pero siempre con un único objetivo: la salud de nuestros campeones.

Consulta de campeones

Una de las deportistas que se somete habitualmente a estos reconocimientos médicos es Elsa Baquerizo. Esta madrileña que entrena a diario en la isla de Tenerife ha sido campeona de España de vóley playa en innumerables ocasiones, subcampeona de Europa en 2013 y participa este año en los Juegos Olímpicos de Tokio. Ha logrado varios diplomas olímpicos, colándose junto a su compañera del equipo nacional, la alicantina Liliana Fernández, en el Top 10 mundial de su especialidad en más de una ocasión.

Este año, Elsa ha viajado a Madrid en varias ocasiones para acudir a las instalaciones del Consejo Superior de Deportes y someterse al obligatorio chequeo médico. Cada vez que viene, las enfermeras la tratan “con todo el cariño y la profesionalidad que les caracteriza”, algo que esta jugadora destaca especialmente. “Yo intento venir una vez al año, y las enfermeras me tratan muy bien. Normalmente me sacan sangre, me hacen el electro y varias pruebas que me exigen”, refiriéndose al completo chequeo que periódicamente le practican en estas instalaciones. “Es muy importante que un deportista sepa exactamente cuál es su estado de salud prácticamente en todo momento, por ello es fundamental que podamos hacernos es-tos reconocimientos”, asegura Elsa Baquerizo, para añadir que “yo llevo en la alta competición más de una década, y el cuerpo se resiente, por lo que para mí es si cabe, aún más importante saber con exactitud cómo estoy”.

Elsa Baquerizo confiesa que, probablemente, los de Tokio sean sus últimos Juegos Olímpicos, y quiere despedirse por todo lo alto de la alta competición. “Esta es nuestra tercera Olimpiada, tras las de Londres 2012 y Río 2016. Nuestro objetivo es jugar lo mejor posible, ir pasando eliminatorias y que nos acompañen los resultados, pero no nos ponemos metas, ojalá lleguemos muy lejos”, afirma. Mientras sueña en voz alta: “¿La final? ¿Una medalla?, prefiero no pensar en eso, pero ¿por qué no?”.

COVID-19 en los Juegos

Sin embargo, estos Juegos Olímpicos no son iguales al resto en los que ha competido Elsa Baquerizo. Estadios y pabellones sin público en sus gradas, continuas pruebas PCR a los deportistas y estrictas medidas de seguridad anti COVID-19 dejan una imagen muy distinta a ese gran evento masivo que solían ser unas Olimpiadas.

De esta manera, la pandemia ha cambiado completa-mente el panorama deportivo mundial y en este Centro de Alto Rendimiento Deportivo evidentemente no son ajenos a las consecuencias del COVID-19. También el trabajo de las enfermeras que desempeñan su labor aquí se ha visto afectada. “Con el tema de la pandemia, nuestro trabajo cambió de manera muy significativa. Cuando volvimos al centro empezamos haciendo unos reconocimientos muy sencillitos para comprobar si los deportistas estaban preparados físicamente o no para volver a sus entrenamientos”, y reconoce que “también hacemos a diario pruebas PCR a los atletas, que se hacen aquí en el centro”.

El COVID-19 también ha cambiado el día a día de la Enfermería Deportiva

Queda demostrada así la importancia de las enfermeras en la preparación de nuestros deportistas. En plena celebración de los Juegos Olímpicos, hasta Tokio se han desplazado prestigiosos equipos de sanitarios con cada delegación nacional, en los que, por supuesto, hay un buen número de enfermeras. Pero Olimpia-da significa en griego periodo de cuatro años entre cada edición de los juegos, y es en este tiempo en donde se ganan o se pierden las medallas.

Por eso, y aunque este año tenga que ser por televisión, cuando veamos a nuestros deportistas competir en al máximo de sus posibilidades en Japón, y subiéndose al pódium de los Juegos, no hay que olvidar que una pequeña parte de esas victorias, son también mérito de las enfermeras.


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